
Al igual que el niño con una bolsa de caramelos disfruta del momento, yo lo haré tambien.
Tenias razón, esta es la parte divertida... ¿Porque no disfrutarla?
Viviré sin dudas,
viviré sin miedos,
y por supuesto,
disfrutaré de mis caramelos
Cada nuevo caramelo es una sorpresa, todos tienen el mismo envoltorio, pero nunca sabes de que sabor será, incluso por el color, a veces no puedes saber de que sabor es hasta que no te lo metes en la boca... esa sensación... de no saber que te deparará el futuro, y lanzarte igualmente.
Y si me equivoco... da igual, solo escupiré el caramelo y agarraré otro de mi bolsa que sepa mejor.
mi bolsa aun está llena de caramelos de muchos sabores por descubrir.