martes, 25 de enero de 2011


No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
Nacemos para luchar por la felicidad, casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
No vendas tu felicidad, regalala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas. Cuesta trabajo, son caros los ingredientes: Compartir lo que tienes. Amar sin exigencias. Perdonar sin cicatrices. Aceptar sin perfecciones. Agradecer lo que te dan. ¡Y no rendirte nunca!. Sonrían siempre que es una buena forma de comenzar cualquier día.
Nacemos para luchar por la felicidad, casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
No vendas tu felicidad, regalala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas. Cuesta trabajo, son caros los ingredientes: Compartir lo que tienes. Amar sin exigencias. Perdonar sin cicatrices. Aceptar sin perfecciones. Agradecer lo que te dan. ¡Y no rendirte nunca!. Sonrían siempre que es una buena forma de comenzar cualquier día.

El chocolate engorda.
Las golosinas son malas.
Lo bonito es caro.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
reírte a carcajadas,viajar, volar, correr, quitarte la ropa, jugar, hacer el amor, cantar hasta que te quedas sin voz, bailar hasta que dudes si ha sido buena idea ponerte tacones altos esa noche.
Y, después de todo, lo peor que puede llegar a pasarte es que, sonriendo frente al espejo,
tengas que volver a peinarte.
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